Trece chicas para combatir la brecha de género en la tecnología

Trece chicas para combatir la brecha de género en la tecnología

Durante dos semanas, adolescentes de diferentes colegios de La Paz y El Alto participaron de un taller en el que desarrollaron varias aplicaciones para Android.

Deyamire Costillas Flores tiene 13 años y grandes sueños. Cuando se gradúe del colegio quiere ser una oncóloga pediatra que use la tecnología para curar a los niños con cáncer. Ella es la más pequeña de un grupo de 13 adolescentes mujeres que fueron becadas para participar del taller de programación de aplicaciones (apps) Android. El objetivo es reducir la brecha de género en el ámbito de las nuevas tecnologías.

Durante dos semanas las jóvenes se dedicaron a desarrollar aplicaciones enfocadas a: conscientizar sobre bullying, guiar a los turistas, mejorar la autoestima, elevar los niveles de concentración, practicar las cuatro operaciones básicas de matemáticas, aprender a tocar piano, entre otras.

Siete participantes del taller son estudiantes de unidades educativas públicas de El Alto y La Paz. Las seis restantes son alumnas del colegio Franco Boliviano, establecimiento educativo en el que se llevaron a cabo las clases.
Las jóvenes fueron seleccionadas de entre más de 60 aspirantes con edades entre los 13 y los 18 años. Todas presentaron sus aplicaciones finalizadas durante una exposición el pasado sábado.

La reducción de la brecha de género en la tecnología y la ciencia es un tema que no lleva demasiado tiempo en la agenda de las organizaciones internacionales.

Según el informe de la brecha de género, en el marco de la cuarta revolución industrial del Foro Económico Mundial, las mujeres solo representan el 26% en el sector del empleo tecnológico. No obstante, son justamente las mujeres quienes representan el 51% de los usuarios que consumen tecnología.

Autoestima y ser mujer

Costillas está en tercero de secundaria de la unidad educativa Wálter Alpire Durán, en El Alto. Admite que no tiene muchos amigos y que, en parte, por esa razón ha desarrollado una afición al internet y la tecnología. La más joven de las creadoras escogió desarrollar su aplicación que determine el nivel de autoestima del usuario.

“Los jóvenes sufrimos muchas veces de autoestima baja. Por ejemplo, en mi colegio nos dicen que no podemos hacer muchas cosas porque somos mujeres. Con esta app yo quiero dar a conocer a la sociedad que las mujeres podemos salir adelante, que todos somos iguales y que, antes de querer a los demás, tenemos que querernos a nosotras mismas”, explica Costillas.

Y es que el concepto de que las mujeres “no pueden” incursionar en ciertos ámbitos no es un mito. En la enseñanza superior solo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres.

Actualmente, sólo el 28% de los investigadores del mundo son mujeres, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El bullying y el aprendizaje

Gabriela Ulloa Helguero desarrolló una aplicación que contiene una guía que aconseja a los menores de edad cómo actuar si son víctimas de bullying; del mismo modo, da pautas de acción para los padres que se enteran de un caso de acoso escolar.

“La aplicación incluye los mismos parámetros para el ciberbullying, que es acoso en las redes sociales, internet, a través del smartphone u otras plataformas”, indica Ulloa, alumna de prepromoción del colegio Hugo Dávila.

Todas las estudiantes entrevistadas coinciden en que no ha sido sencillo familiarizarse con la programación, pero que es cuestión de practicar.

“Creo que lo que a varias nos motiva es la capacidad de crear algo por nosotras mismas, de practicar y usar la lógica. La (aplicación) que desarrollé se enfoca en que los niños, que están en nivel inicial, practiquen las cuatro operaciones básicas de las matemáticas mediante ejercicios y exámenes”, afirma Daniela Quisbert Sandoval, de la promoción del colegio René Barrientos Ortuño.

Por su parte, Claudia Vargas Oropeza enfatiza que aprender tecnología es importante en la actualidad para cualquier profesión. La alumna del Franco Boliviano desarrolló una aplicación que determina qué tipo de aprendizaje se destaca en cada persona; si es visual, auditivo o kinestésico.

“Al ingresar a la app hay que responder un cuestionario de opción múltiple. Según las respuestas se determina el porcentaje y el tipo de aprendizaje que tiene una persona (…). Me parece importante tratar este tema porque hay personas que tienen dificultades para aprender y no saben el motivo, y lo que pasa es que su forma de aprender es diferente a la tradicional”, sostiene.

Para no perderse

Stephanie Tellería Claure creó una aplicación que resulta útil cuando una persona, sin importar la edad, se pierde.

“Cuando se descarga la aplicación se incluye un número de emergencia o un mail. Entonces si te pierdes, presionas el botón que tiene la app. Automáticamente se envía un mensaje al número y el correo incluido para que estos contactos puedan ayudar rápidamente al usuario”, comenta la alumna del Franco Boliviano.

Para ella es vital que los menores de edad puedan pedir auxilio usando la tecnología, tomando en cuenta el número de casos de niños que desaparecen o se pierden.

Reducir la brecha de género

¿Pero y por qué es importante la brecha de género en la tecnología y la ciencia

Porque más del 50% de las mujeres y las niñas de espacios urbanos en los países en vías de desarrollo “viven en condiciones donde carecen de al menos uno de estos recursos: acceso a agua limpia, instalaciones sanitarias mejoradas, una vivienda durable y espacio suficiente para vivir”, según la Organización de Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres).

La incursión de las niñas y las mujeres en áreas antes reservadas para los hombres puede influir en el cambio de estos indicadores y en una mejora de su calidad de vida.

El taller de programación de aplicaciones Android para chicas fue organizado por la Embajada de Francia, en colaboración el colegio Franco-Boliviano y Elemental, el conocido centro de educación tecnológica para niños, adolescentes y jóvenes.

“La Embajada de Francia está realizando una cooperación sobre nuevas tecnologías y éste es uno de los proyectos (…). La idea es reducir la brecha de género en la tecnología, e incluir chicas del Franco Boliviano como de otros colegios públicos para tener mayor diversidad, creo que ha sido una muy buena experiencia de intercambio”, apunta la responsable del proyecto, Chloe Rabiet.

Para las entrevistadas conocer a chicas de otros colegios y de edades similares ha sido una experiencia enriquecedora. Varias de ellas quieren continuar creando aplicaciones.

“Queremos visibilizar lo que las chicas pueden crear. De cada diez ingenieros solo una es mujer, lo que significa que tenemos una brecha tremenda de género. Entonces, se trata de mostrar a otras chicas lo que estas 13 estudiantes pueden hacer y que vean las cosas increíbles que pueden crear, como es el caso de las aplicaciones”, concluye la directora ejecutiva de Elemental, Daniella García.

Fuente: Página Siete

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