45 escolares son custodios y guías del Pueblo de los trenes

45 escolares son custodios y guías del Pueblo de los trenes

Con apoyo de sus jóvenes, el municipio orureño de Machacamarca exhibe famosas locomotoras como la Luzmila, la Al Capone o la Sulzer.

Para mantener viva la memoria de Machacamarca, 45 estudiantes de secundaria se han convertido en guías turísticos. Además de la capacitación de especialistas y los libros de historia, sus fuentes de información más valiosa son sus propios abuelos que fueron trabajadores ferroviarios del municipio orureño conocido como el Pueblo de los trenes.

“¡Buenos días! Bienvenidos a nuestro museo de Machacamarca. Por hoy seré su guía para que conozcan nuestra historia ferroviaria”, saluda Rodrigo Vélez Ramos a los visitantes. Cursa quinto de secundaria y es parte de la primera generación de guías turísticos del colegio México.

De pie en el umbral de un galpón enorme, señala las locomotoras que hoy descansan luego de años de servicio en Machacamarca, que tuvo la mayor estación ferroviaria hace un siglo. Al igual que sus compañeros, Rodrigo sabe todo sobre las máquinas: sus nombres, modelos, funciones, año de construcción y de arribo al país.

“Ésta es la más famosa: la Luzmila. Simón I. Patiño (uno de los tres barones del estaño) la nombró así en honor a su hija menor. Es la primera locomotora alemana a vapor que llegó al país, en 1912. Con ella se hizo el tendido de la línea férrea que comunicó, desde mina La Salvadora, las localidades de Uncía, Llallagua y Huanuni con Oruro”, explica.

La Sulzer era tan fuerte que podía jalar hasta 20 vagones.
Junto a la máquina reposan también los vagones de primera clase que fueron fabricados en 1913 por orden de Patiño. “Sólo las personas más adineradas podían viajar aquí”, dice Neyda Apaza, otra de las guías. Ella cursa tercero de secundaria.

Con confianza se mueve entre la Pulca (traída desde Europa en 1938) y la Al Capone (bautizada así por su parecido con el vehículo del líder de la mafia). “Era de uso exclusivo del barón y su familia. Cuando pasó de moda, transportaba el correo y luego fue usada para tareas de auxilio”, cuenta.

Los jóvenes repasan cada día la historia de la maestranza ferroviaria y de sus locomotoras: La Siglo XX “revivió” en la película Carga Sellada (Julia Vargas, 2015); la Sulzer era tan fuerte que podía jalar hasta 20 vagones de carga.

Fotografías de los años de gloria: Rodrigo señala a su abuelo.
Pero su sonrisa más grande se muestra cuando llegan a la sección de las fotografías. Desde unos retratos antiguos y opacos varios hombres jóvenes vestidos de overol o de uniforme saludan junto a las locomotoras.

“Ese es mi abuelo”, afirma Rodrigo tocando apenas una foto con la punta de los dedos. “Casi todos (los guías estudiantiles) somos nietos de ferroviarios. Cuando éramos niños ellos nos contaban sobre la época en la que estos trenes funcionaban, cómo transportaban pasajeros y metales. Nos enseñaron cómo arreglaban estas bestias de acero”.

Con el apoyo de sus jóvenes, Machacamarca apuesta al turismo. Sus atractivos, como el Museo Ferroviario, son parte del circuito “Los caminos del Tío”, impulsado por la Mancomunidad Minera de Municipios de Oruro y BOLTUR.

Para visitar el Pueblo de los trenes con los mejores guías, puede consultar a la estatal de turismo al WhatsApp 60618374 o a la Mancomunidad al 71886853.

Fuente: Página Siete

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