Ximena Apaza, Jhenny Yujra y David Flores recibieron la distinción por su trabajo.
Tres adolescentes bolivianos fueron premiados por Unicef en Santiago de Chile en el marco del proyecto Concausa. Se trata del trabajo “Remando a Contracorriente” que es el resultado de un taller denominado “Rebeldía para jóvenes”, en el que desde diciembre de 2017 distintos grupos de adolescentes se comprometieron a buscar procesos que generen la igualdad de género, la paz, educación, justicia y reducir las desigualdades.
Ximena Apaza, Jhenny Yujra y David Flores recibieron la distinción por este trabajo escogido entre 706 propuestas de 17 países. Los tres explicaron a un auditorio colmado de adolescentes como ellos y autoridades de Unicef, que para realizar el trabajo presentado visitaron varias unidades educativas, parroquias de la comunidad y grupos de teatro, con los que crearon alianzas para formar voluntarios rebeldes por la causa de la vida. Durante la presentación, los adolescentes lograron un cerrado aplauso.
El encuentro juvenil fue organizado por CEPAL, Unicef y América Solidaria con la colaboración de Fundación Caserta, además cuenta con el auspicio del Preuniversitario Pedro de Valdivia, que busca conocer y difundir propuestas de innovación social que los jóvenes de entre 15 y 17 años están desarrollando en sus comunidades, apropiándose de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Reunión con periodistas
En forma paralela, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia reunió a una veintena de periodistas de América Latina y El Caribe para participar en el primer Conversatorio denominado “En la Ruta de la Igualdad: 30 Años de la Convención de los Derechos del Niño”.
La idea era la de compartir experiencias sobre el tratamiento informativo en los medios, a los niños y adolescentes en cada país, tomar iniciativas, sugerir cambios y eliminar estereotipos perjudiciales a estos grupos etarios.
Intercambio de ideas
La presencia de autoridades de Unicef, como Henrietta Fore, directora ejecutiva, y Marita Perceval, directora regional de dicha organización, permitió a los periodistas intercambiar ideas, pero sobre todo conocer cifras pavorosas que arrojan las investigaciones sobre la situación de los niños y adolescentes en la región a pesar de los esfuerzos de gobiernos y organizaciones que en estos 30 años muestran resultados alentadores, pero de ninguna manera satisfactorios.
Desigualdad, extrema pobreza, falta de educación y poco o ningún acceso a la salud, son parte de las credenciales que hoy exhibe, seguramente con vergüenza, la región, que se reflejan en los 72 millones de niños y adolescentes pobres y 23 millones extremadamente pobres que miran el futuro con incertidumbre.
La ocasión sirvió además para hablar de tasas de homicidios, migraciones forzadas, embarazos tempranos y no planificados, pero sobre todo en la actitud de una prensa que pese al esfuerzo no logra un tratamiento que observe las leyes y respete a los niños y adolescentes.
Se espera que al final de las jornadas de trabajo se apruebe un documento que responda a los nuevos desafíos para la región.
Fuente: Página Siete
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