La artista keniana Tina Benawra llegó al mundo del arte impulsada por el deseo de mostrar las formas y dibujos que veía en su cabeza, un afán que quiere trasladar ahora a las personas ciegas.
«Comenzar a hacer arte fue una progresión natural para mí, pero fue a través de un encargo cuando empecé a desarrollar piezas pensadas tanto para videntes como para ciegas», explica Benawra, de 35 años, en una entrevista en su pequeño estudio del este de Nairobi.
Crear arte plástico para personas que tienen dificultades visuales parece una contradicción, sin embargo, hacer obras inclusivas que puedan ser disfrutadas por personas con capacidades diversas se ha convertido en la obsesión de esta prolífica artista.
Sus trabajos incorporan colores vivos y palabras, pero también detalles en braille, diferentes texturas e, incluso, formas tridimensionales, por lo que la mejor forma de entender estas piezas es tocarlas, según explica a todos aquellos que observan sus obras.
Para desarrollar su arte, la artista keniana tuvo que aprender braille, un sistema de lectura y escritura táctil compuesto por seis puntos con diferentes espaciados.
La artista, que apuesta fuertemente por el arte táctil, trabaja también en obras audiovisuales que incorporan sonido al tocarlas y no descarta realizar cursillos de arte con niños ciegos en los que pinten siguiendo las texturas.
Fuente: Los Tiempos
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