Managua.- El Gobierno de Nicaragua liberó ayer a la líder estudiantil Elsa Valle, arrestada en julio pasado cuando participaba en una protesta contra el presidente Daniel Ortega.
«¡Viva Nicaragua libre!», gritó Valle, al salir de la cárcel La Esperanza, ubicada en una carretera interdepartamental al este de Managua.
Valle, quien permanecía bajo arresto desde el 14 de julio pasado, fue dejada en libertad la mañana de este jueves debido a que el Ministerio Público no presentó pruebas que las incriminaran del delito de portación ilegal de armas, pese a lo cual estaba siendo juzgada, se quejaron sus familiares.
«Siempre voy a seguir en la lucha, no me voy a quedar callada jamás, hasta que Nicaragua sea liberada», dijo Valle, a periodistas.
La líder estudiantil fue liberada junto con las estudiantes Irma Centeno y Yuri Valerio, sin embargo estas fueron sacadas de La Esperanza en una camioneta sin placas, similar a las que ocupan las «fuerzas combinadas» de policías y paramilitares, reclamó Valle.
Familiares de Centeno y Yuri comentaron que las autoridades se limitaron a informar que trasladarían a las estudiantes a sus casas.
Valle era la encargada de abastecer con medicinas y alimentos a los estudiantes que permanecieron atrincherados en la Universidad Nacional Politécnica de Nicaragua (Upoli) durante más de dos meses, en protesta contra la llamada «masacre estudiantil» entre el 19 y 23 de abril, atribuida a la Policía Nacional.
El caso de la líder estudiantil se hizo conocido en Nicaragua porque su papá, Carlos Valle, mantuvo una protesta permanente en las calles desde el momento del arresto, hasta que el mismo progenitor fue encarcelado hace dos semanas, acusado de varios delitos, durante una manifestación contra Ortega.
La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por «más de 300 muertos», así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Ortega niega cualquier responsabilidad y mantiene que se trata de un intento de «golpe de Estado».
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder. (EFE)
Fuente: El Diario
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