Las aulas de la unidad educativa Club de Leones, que se encuentra en la avenida Kollasuyo de la ciudad de La Paz, se abrieron oficialmente hace más de dos semanas. Sus estudiantes volvieron a clases porque necesitaban reforzar todas las materias.
“La educación virtual no es igual que en aula. Mis niños no aprendieron lo que realmente debían”, dijo a Página Siete Irma Peláez, maestra del segundo de primaria, quien contó que por eso decidieron -junto con los padres de familia- volver al colegio. “Yo no puedo quedarme de brazos cruzados ¿cómo pasarán al siguiente curso sin saber muchas cosas?”, resaltó.
Al igual que Peláez, maestros, padres de familia y estudiantes indicaron que la educación a distancia no sólo provocó una baja formación de los niños, adolescentes y jóvenes, sino también la deserción de muchos estudiantes. Aseguraron que esta gestión escolar fue abandonada por el Gobierno.
“Aunque este 2021 haya sido declarado como el Año por la Recuperación del Derecho a la Educación, todo se quedó sólo en papeles porque no hubo mejoras. Además, todo lo que el (ex) ministro de Educación (Adrian Quelca) intentó hacer fue un fracaso”, dijo el presidente de la Junta Nacional de los Padres de Familia, Franklin Gutiérrez.
A inicios de este año, Quelca -que renunció a su cargo el pasado viernes luego de ser imputado por tráfico de influencias y corrupción en la designación de altos cargos de directores de educación- prometió mejorar y fortalecer la educación porque a mediados de 2020 se clausuró la gestión escolar con la aprobación y la promoción de todos los estudiantes al nivel inmediato superior por la presencia de la pandemia.
Los padres y los estudiantes quedaron descontentos con esa determinación y pidieron una reestructuración de la educación.
Con ese criterio, el ministerio del área emitió la Resolución Ministerial 01/2021, documento que indica que este año la formación de los estudiantes sería bajo tres modalidades: a distancia, semipresencial y presencial.
Según el ejecutivo de la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, Leandro Mamani, las modalidades fueron un “fracaso” porque los estudiantes de las ciudades fueron los más perjudicados.
“Por la pandemia, en el área urbana, las clases fueron a distancia, es decir virtuales. En el área rural aplicaron las modalidades presencial y semipresencial”, aseguró Mamani. “Este año, los estudiantes del área rural aprendieron más que los de las urbes”, agregó.
Según Mamani, para salvar el año escolar en el área urbana, los padres y los maestros se sacrificaron porque tuvieron que gastar en el pago de internet y en la compra de equipos tecnológicos. “La promesa de que internet sería gratuito quedó en eso, en promesa”, indicó el dirigente del magisterio urbano.
Gutiérrez, el representante de los padres, dijo que otra promesa que se quedó en el olvido fue la dotación de equipos de celulares. “(El Gobierno) entregó uno o dos aparatos por unidad educativa. Aún así no llegó a cubrir el total de los colegios. Eso fue un engaño”, explicó.
Contó que después de esa entrega, muchos papás se quejaron porque los equipos no funcionaban. “Con eso, el (ex) ministro se hizo la burla”, dijo.
El ejecutivo de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES), Jorge Barreda, indicó que otra de las falencias fue que no se entregaron a tiempo los textos para el avance curricular.
Al inicio de esta gestión, el exministro de Educación se comprometió a entregar textos escolares para primaria y secundaria para complementar la formación.
“Lastimosamente, los textos se entregaron a destiempo, principalmente para educación secundaria. En este tercer trimestre se continuaron dotando (los libros) a los estudiantes. ¿Cómo ahora, cuando ya estamos a punto de concluir las clases?”, reprochó Barreda. Aclaró que esa tardanza no fue por falta de voluntad del Gobierno central, sino porque las autoridades departamentales y distritales no cumplieron con la logística necesaria para esa entrega.
“Hace unos días fui a la Dirección Departamental de La Paz y vi un montón de libros almacenados. ¿Para qué están guardando? Los textos hacían falta a los estudiantes”, indicó Barreda.
De acuerdo con Gutiérrez, pese a la existencia de esas iniciativas -como la educación en medios de comunicación-, muchas fueron un saludo a la bandera porque no sirvieron a maestros ni a estudiantes. “Sólo fue un derroche de dinero”, dijo.
Bajo ese panorama, Mamani indicó que si este año se cumplió “a duras penas el plan curricular, fue gracias a los profesores, porque ellos se dieron modos para avanzar con sus estudiantes los contenidos más básicos de cada nivel”, precisó.
Aunque lamentó que el aprovechamiento fue muy bajo para los estudiantes, principalmente para los de las zonas urbanas porque se vieron obligados a pasar clases a distancia.
Mamani aseguró que los que estudiaron en el área rural tuvieron más aprovechamiento porque tuvieron clases presenciales y semipresenciales.
Con esa explicación, Barreda resaltó que quizá sí se haya cumplido con el 100% del plan curricular, pero anticipó que “en el aspecto pedagógico en el área rural se logró cumplir el 80% y en el área urbana un 50%, en el mejor de los casos”, agregó.
Deserción escolar
Padres de familia, maestros y estudiantes coincidieron en que la precariedad de la educación y el desempleo a causa de la pandemia provocaron que este año se genere una alta tasa de deserción escolar.
Ya antes de la conclusión del primer trimestre, las autoridades educativas indicaron que un 30% de los estudiantes abandonaron sus escuelas. La causa fue la falta de dinero para adquirir celulares e internet o simplemente porque los estudiantes debían trabajar para ayudar a alimentar a su familia.
Ante esa situación, el Gobierno decidió ampliar el primer trimestre, un período que estaba destinado a recuperar todo lo perdido en 2020.
Uno de los representantes de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia, Jhonny Arellano, indicó que por cada curso “hubo una deserción de dos o tres estudiantes”.
Para Barreda, esta situación es evidente, porque “las familias tienen tres, cuatro hasta cinco hijos y sólo uno o dos celulares”. “Por eso es que algunos estudiantes se sacrificaron y no pasaron clases”, indicó.
Esa situación, para el director Departamental de Educación (DDE) de La Paz, Carmelo López, es evidente. Según los datos de la institución, entre los municipios de La Paz y El Alto se registraron unos 30.000 estudiantes que abandonaron la educación luego de la pandemia.
“Tenemos 20.000 estudiantes que abandonaron las aulas aquí en la ciudad de El Alto y otros 10.000 estudiantes en la ciudad de La Paz”, dijo López.
De acuerdo con la autoridad, muchos de estos estudiantes habrían migrado al área rural para pasar clases presenciales.
Barreda contó que se observó que la mayoría de los estudiantes que abandonaron la educación fueron los de secundaria. “Dejaron las clases porque muchos debían trabajar para mantener y ayudar a alimentar a sus familias”, dijo.
Aunque aseguró que en este último trimestre, algunos estudiantes retornaron a las aulas porque la mayoría de las unidades educativas volvieron a las clases presenciales o semipresenciales.
“Aquí en el colegio nos han dicho que todos los que estaban un poco mal volvamos a clases presenciales. Yo no había pasado clases los primeros trimestres porque me fui a la mina para trabajar y ahora volví porque no quiero perder el año”, comentó uno de los estudiantes del colegio 25 de Mayo de Munaypata.
Pese a los reportes de maestros y padres, el Ministerio de Educación aún no dio una cifra oficial sobre el porcentaje de estudiantes que no habrían retornado a las aulas.
Con todos esos datos, padres de familia, maestros y estudiantes aseguraron que la educación “fue abandonada este año” por el Gobierno y que se requiere mayor inversión para fortalecer la gestión 2022. Esperan que se realice una evaluación a toda la población estudiantil para conocer cómo está el nivel de aprendizaje de los escolares.
El jueves fue imputado por la Fiscalía por el delito de incumplimiento de deberes en el caso “tráfico de exámenes” y solicitó la detención domiciliaria porque existe el riesgo de fuga.
En su última conferencia, Quelca reafirmó que “toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario”, y luego puso en duda la investigación de la Fiscalía, al indicar que hubo “manipulación” del caso para luego apuntar otra vez a la prensa y a los opositores que, sin embargo, no identificó. En ese momento se escuchó gritar de parte de su barra: “¡Fuerza, ministro!”, “¡Fiscales y jueces verdugos!”.
Página Siete reveló el 19 de julio, a través de una nota de investigación periodística, los mensajes que intercambiaron el exdirector Agustín Tarifa y una familiar suya que trabajaba en el Ministerio Público, que involucraron a Quelca y a Tarifa, quien ya era investigado por favorecer o perjudicar a determinados postulantes en el proceso de designación de cargos directivos.
La viceministra de Educación Superior, Aurea Balderrama, presentó una denuncia penal contra Quelca y Tarifa por uso indebido de influencias e incumplimiento de deberes en relación con el presunto “tráfico de exámenes” para cargos directivos en Educación. El 21 de septiembre, Tarifa fue aprehendido y enviado a la cárcel.
Tenemos 20.000 estudiantes de El Alto y 10.000 de La Paz que abandonaron las aulas
Director departamental de Educación de La Paz, Carmelo López
La entrega de los textos comenzó a destiempo. Incluso de los de secundaria recibieron en el tercer trimestre
Jorge Barreda, ejecutivo de la Federación de los Estudiantes de Secundaria
FUENTE: PÁGINA SIETE
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