Beimar, el autodidacta culpineño que creció en internados y ahora brilla en matemáticas

Beimar, el autodidacta culpineño que creció en internados y ahora brilla en matemáticas

Detrás de él está una pizarra acrílica donde se ven anotados ejercicios de matemáticas. Y al igual que esta ciencia, Beimar es también exacto en sus palabras y sin titubear afirma: “Yo aprendí solo, he creado mis propias técnicas para investigar y por eso nadie creía lo que he descubierto”.

Beimar Wilfredo López Subia sorprendió a la población boliviana en las últimas semanas después de dar a conocer una fórmula para encontrar la cantidad de números primos menores que una magnitud dada, considerado uno de los problemas mundiales de las matemáticas.

Mientras conversa con Página Siete vía Zoom, mira de reojo su celular, pues el aparato no deja de sonar. “Todos quieren hablarme, ya tengo cinco llamadas perdidas”, dice sonriente.

Beimar  nació hace 27 años en la pampa de Culpina,  esa planicie infinita de Sud Cinti, en el departamento de Chuquisaca. Estudió los primeros años en la escuela José Antonio de Sampa y luego se fue a un internado que pertenece al mismo municipio de Culpina.

Prefiere no hablar mucho de su familia;  algunos problemas dentro de su hogar derivaron precisamente en que Beimar tenga que salir y enfrentar la vida solo.

Después de Sajlina llegó a Camargo, en Nor Cinti, donde también vivió en un internado. “Regresé a Culpina y allí salí bachiller”, recuerda.

Desde niño tuvo esa afinidad con los números, pero no se daba cuenta. Fue hasta quinto de secundaria (tercero medio en otro tiempo) que Beimar  reparó hacia dónde podía ir en la vida y a dónde quería llegar.

“De niño tal vez el gusto  ya lo tenía, lo hacía por diversión. Buen estudiante no he sido, ni en matemáticas ni en ninguna otra. Cuando me daban ejercicios, prefería hacer uno y no hacía más, me daba flojera. En la universidad tampoco hago todo, hago sólo un ejercicio; mi objetivo es entender lo que hago, no aprobar la materia, por eso siempre practicaba y no presentaba tareas”, dice Beimar con franqueza.

En 2012, el joven salió de Culpina y llegó a Sucre a inscribirse a la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad San Francisco Xavier. Paralelamente, comenzó a dictar clases de matemáticas. Pero dos años después abandonó la “U” porque su premisa de aprender por sí solo pudo más.

Entonces comenzó a estudiar más la materia por su cuenta, por internet más que con libros. Hasta que un día uno de sus estudiantes le planteó el problema de los números primos.

“Como soy bien altanero, le dije que en la matemática todo es posible y me puse a trabajar sobre la fórmula en 2014. He investigado todo solo, no tuve tutor. En el último año trabajé mucho más hasta que en  2017 logré dar con la fórmula con la función de Eit”, rememora.

Pero a partir de ahí le esperaba un camino empinado por andar. Beimar lamenta que en más de tres años nadie le haya tomado la palabra, nadie le haya creído y confirmado la fórmula de los números primos. Primero la presentó en la universidad, pero la institución dejó pasar la oportunidad de hacer revisar la fórmula.

“Me tuve que ir a Cochabamba a buscar doctores en matemáticas, pero más ha sido el interés internacional. Desde Perú me escribieron, revisaron y querían mandar a una revista,  pero ellos como coautores, entonces dije no”.

Después de peregrinar por instituciones y medios de comunicación, logró que profesionales revisen sus ejercicios y puedan dar fe de su desarrollo. “Se han sorprendido porque realmente funciona”, asegura.

El paso siguiente es que la fórmula de Beimar sea reconocida legalmente y sea publicada en una revista de alto prestigio internacional. “Luego voy a sacar un nuevo artículo para resolver las dudas, los problemas que se han tenido porque me han dicho que está poco explicada”, afirma.

Y como la sinceridad lo caracteriza, añade: “Yo no lo hice como un matemático profesional, porque yo no sé las técnicas y las formas de cómo se investiga la matemática;  yo creé mis propias técnicas, lo hice solo. Era lógico que haya estado sin un rigor matemático tan bueno”.

El primer medio en publicar el hallazgo de Beimar fue el periódico El País, de Tarija, pero rápidamente se dio a conocer la noticia en todo el país. El revuelo hizo que todos hablen del joven científico. De hecho, el 3 de septiembre, en la sesión ordinaria 185 de la Cámara de Senadores se aprobó el reconocimiento camaral por amplia mayoría para Beimar, informó el senador Roberto Padilla.

Pero, por otro lado, la Sociedad Boliviana de Matemática (Sobolmat) emitió un comunicado  en el cual afirma que el trabajo de Beimar carece de “utilidad práctica” y “no resuelve la Hipótesis de Riemann ni otro problema de relevancia internacional para la Comunidad Matemática”. Planteó cinco observaciones al trabajo.

Beimar no tardó en responder al ente colegiado: “Entiendo que la Sobolmat no acepte que una persona como yo pueda crear una fórmula nueva; pero les diré de frente: ustedes están perdiendo el tiempo sin hacer ninguna investigación de alto rango y aún así se creen los mejores matemáticos de Bolivia”. La posición de Sobolmat generó críticas en las redes sociales.

A Beimar lo que menos le preocupa es un reconocimiento formal, lo que él anhela es que su fórmula sea aplicada y que sea legalmente aprobada. Dice que quiere seguir en la docencia para que los estudiantes no se cansen de investigar. Ahora estudia ingeniería de sistemas porque tiene relación con lo que le gusta.

Y al pensar en lo que hará después, se le viene a la cabeza su pago: Culpina, donde en algún momento quiere regresar para dar clases. Allá, sus paisanos lo esperan orgullosos. Cómo no, si Beimar López es una prueba clara de superación y humildad.

“Para dar motivación a los estudiantes voy a ir a Culpina, para ayudar a que la educación mejore”.

Beimar López Subia

 

FUENTE: PÁGINA SIETE

https://www.paginasiete.bo/sociedad/2021/9/6/beimar-el-autodidacta-culpineno-que-crecio-en-internados-ahora-brilla-en-matematicas-307231.html

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