La preparación de los estudiantes bachilleres para entrar a la universidad causa, una vez más, preocupación.
El rendimiento académico sigue bajando pese a que los datos de aprobados crecen cada año, en función a la demanda de la población estudiantil. Esto se ve reflejado en los reportes sobre permanencia en la universidad y la deserción, que también reflejan que los bachilleres no están listos para esta etapa, según reconocen los mismos padres de familia y directores de unidades educativas.
Estos dos años de educación a distancia por la pandemia de la COVID-19, la formación de los bachilleres se agravó.
En las universidades, también ven con mucha alarma esta situación y alistan medidas, en busca de apoyar en la nivelación educativa y que la calidad académica permita que haya mejores profesionales cada año que pasa.
La pandemia, que comenzó en marzo de 2019, obligó a la clausura del año escolar y posteriormente el retorno a clases fue en la modalidad virtual que ha tenido muchas observaciones y complicaciones. Actualmente también están vigente los cursos semipresenciales y, en lugares alejados, donde no cuentan con el servicio de internet, lo hacen de manera presencial.
LA SITUACIÓN
En un colegio de la ciudad de Cochabamba, por instrucción de su director, se decidió que los estudiantes de quinto y sexto de secundaria vuelvan a las aulas pese a la pandemia. Esto porque se identificó que más del 80% de los bachilleres de esta unidad educativa no pudo ingresar a la universidad en la pasada gestión y los de la “pre promo” siguen ese camino.
Los maestros, ahora, ponen más énfasis en su educación y refuerzan sus conocimientos para que puedan responder en su formación universitaria.
La situación es similar en los colegios fiscales, de convenio y privados, donde reconocen que no es lo mismo una educación virtual que presencial.
Si bien la problemática se arrastra desde hace más de 10 años, de acuerdo con los reportes de las universidades, estos últimos años es más evidente. Se identificó, principalmente, problemas en lectura comprensiva y ortografía. Atribuyen esto a las redes sociales y la tecnología.
Tras detectar esta falencia, se implementó, como una prioridad, en el marco de la reforma educativa, la lectura en los establecimientos educativos.
La dirigente de la Federación de Maestros Urbanos de Cochabamba, Norma Barrón, lamentó que, tras el cierre de la gestión educativa, en 2019, no se haya cumplido con los contenidos programados, lo cual fue un perjuicio. Fueron dos meses de clases presenciales (febrero y marzo) y el resto de forma irregular con suspensión de actividades.
“No sé qué clase de bachilleres vamos a tener más adelante. Las consecuencias las vamos a ver en la calidad de profesionales que salgan”, indicó.
Cada año, más de 100.000 estudiantes salen bachilleres, solo en el departamento de Cochabamba.
El delegado Episcopal de la Comunidad Educativa de la Iglesia, Pablo Vargas, entrevistado por La Prensa, dijo que las dificultades se experimentaban desde más antes y las atribuye también a la falta de unificación de los contenidos entre el sistema educativo regular y los institutos de educación superior.
El presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (Anup), Rene Polo, explicó al mismo medio que optaron por brindar cursos más amplios de nivelación para bachilleres, a través de propedéuticos, pero “los niveles de exigencia se han reducido en algunas universidades”.
ANÁLISIS
Desde la universidad, el docente e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Fernando Salazar, observó que, si bien la cantidad de aprobados se mantiene, pese a la pandemia, la variación se tiene en el rendimiento académico de los bachilleres.
“Al margen de aprobar el examen, cuando entran a la universidad se encuentran con vacíos en su formación y la necesidad de nivelación que responde más a la iniciativa personal, sobre todo ahora con la pandemia, donde las universidades mantuvieron las clases a distancia”, explicó.
Recordó también que, en el caso de las universidades más grandes del eje central, como la UMSS, San Andrés y Gabriel René Moreno, tienen una alta demanda de estudiantes, siendo el proceso de selección y admisión más riguroso para mantener el nivel académico.
“Los porcentajes históricos son similares y es muy probable que estos tres años se repliquen”, agregó.
El presidente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Max Mendoza, asegura que una preocupación en el sistema universitaria es el nivel de enseñanza y preparación en muchos establecimientos educativos, que complica su paso por la universidad.
Dijo también que este es un tema de análisis y evaluación constante, por lo que se alistan medidas.
LAS ACCIONES
Entre tanto, en una reunión nacional entre representantes de los padres de familia y autoridades del Ministerio de Educación, se acordó la implementación de políticas integrales para contrarrestar esta realidad en la que los estudiantes reprueban los exámenes de ingreso a la universidad.
El representante de los padres de familia de colegios particulares, Ernesto Suárez, informó que lo primero es la vacunación anticovid para el retorno a las clases semipresenciales y prepararse para afrontar, en mejores condiciones esta nueva etapa.
Reconoció que las clases virtuales no pueden reemplazar las presenciales, en especial para los futuros bachilleres que ahora ven los efectos de esta modalidad.
“Por ahora estamos esperando la vacunación a los adolescentes de 16 y 17 años y que el próximo año volvamos a la modalidad semipresencial para garantizar el aprendizaje y precautelar la salud de nuestros estudiantes”, manifestó.
LAS CIFRAS
Desde la CUB tiene un reporte de las casas superior de estudios con referencia al número de postulantes y aprobados.
Entre 2019 y 2021, las cifras son similares en cuanto a los postulantes y aprobados. En las diferentes universidades del país se evidencia que casi la mitad ingresa y de estos, una gran parte repite las materias o prefiere desertar porque su desarrollo en el colegio no fue suficiente.
Por ejemplo, en la Universidad Mayor de San Francisco Xavier (UMSFX), este año hubo 10.481 postulantes, de los cuales 5.160 (49.23%) aprobaron y en el caso de la UMSS fueron 23.637 y 12.851 (54.37%) ingresaron.
Las cifras más altas de aprobados están en la Universidad Católica Boliviana (UCB) y la Escuela Militar de Ingeniería (EMI). En la primera postularon 2.311 y el 100% fue aprobado mientras que, en el segundo, de 2.591, entraron 1.712 (66.07%).
En el caso de la UMSFX, el año pasado el porcentaje de aprobados fue de 49.33% y en 2019 alcanzó el 52.25%.
En la UMSS, en 2020 fue 42.78% mientras que en 2019 fue de 42.77%.
Los datos del Comité Ejecutivo de Universidades de Bolivia (CEUB) dan cuenta de que las preferencias por ciertas carreras también se mantienen.
En Cochabamba está Ingeniería y Tecnología, seguido de Ciencias Económicas y Ciencias de la Salud y más atrás están las Ciencias Sociales y Humanidades y las Ciencias Agrícolas.
Solo el año pasado se matricularon como alumnos nuevos 9.367 estudiantes, que representan solo al 12% del total de la población universitaria.
En La Paz, según la matrícula nueva por área de conocimiento, la preferencia está en las Ciencias Sociales y Humanidades, seguido de Ingeniería y Tecnología y Ciencias Económicas.
Santa Cruz prefiere las Ciencias Económicas, Ingeniería y Tecnología y Ciencias Sociales y Humanidades, en ese orden.
FUENTE: OPINIÓN
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