Víctor Montoya es autor de numerosas obras literarias, ha cultivado la novela, el cuento, el ensayo y la crónica periodística. Es uno de los principales investigadores de la literatura infantil boliviana y universal, y es parte de la Academia Boliviana de LIJ. En esta oportunidad nos entrega un trabajo amplio y profundo sobre los 15 precursores de la LIJ boliviana que se esforzaron en una mirada a su país y a producir utilizando sus propios recursos.
Antonio Díaz Villamil
Se desempeñó como cuentista, novelista, dramaturgo, tradicionista, historiador y educador. Su obra más conocida, “Leyendas de mi tierra”, tiene la leyenda de la coca.
Joaquín Gantier
Impulsó el teatro escolar y pedagógico. Autor poco conocido en su aporte a la literatura infantil, elaboró una serie de biografías de personajes de la Independencia. La obra “En la escuela rural” es parte de su propuesta literaria.
Ema Alina Ballón
Tuvo limitada difusión de su obra para niños. Se desarrolló como sonetista y compositora musical. Se la recuerda con la poesía “Ronda de pollitos”.
Yolanda Bedregal
“Poeta, narradora, ensayista, escultora y promotora cultural cultivó casi todos los géneros literarios: poesía, cuento, novela, ensayo y escribió artículos en la prensa”. Tiene poemas muy célebres como “De que estará hecha la luna” y “Balada de la araña fea”.
Paz Nery Nava
Fue “educadora, poeta, novelista y trabajadora social”. Gran impulsora en el defensa de los derechos de los niños y de las mujeres. La recordamos con la poesía “El zapato”.
Rosa Fernández de Carrasco
“Profesora, poeta y autora de literatura infantil”. Su carrera se acercó al teatro como el género más importante. Fundó el Departamento de Teatro Infantil del Ministerio de Educación. La poesía “Torta de cumpleaños” y la obra “El ratón Pérez se cayó en la olla” forman parte de su obra.
Oscar Alfaro
“Figura cimera de la poesía infantil y juvenil del siglo XX”. Escribió poesía, narrativa y artículos en la prensa denunciando las injusticias sociales, la discriminación racial y el despotismo de los poderes de dominación”.
Lo más recordado son los poemas “El pájaro revolucionario” y “Madre proletaria”.
Antonio Paredes Candia
“Escritor, titiritero y folklorista. Dedicó su vida al estudio de las culturas y tradiciones de Bolivia”. Fue impulsor de las ferias del libro y creó su propia editorial, Isla, donde editó varias obras. La obra “Sambo Zalvito” fue la de mayor difusión.
Elda Alarcón de Cárdenas
“Poeta, narradora, ensayista y docente normalista es la primera autora que se animó a escribir un ensayo titulado ‘Literatura infantil’”. Acompaña su biografía el poema “Doña primavera” y “Manuelito de la Candelaria”.
José Camarlingui
“Novelista, poeta, cuentista y editor”. Impulsó la colección popular de libros y la primera feria de autores bolivianos. Su obra es reducida pero muy importante. Entre los títulos está “Cuando era yo trencito”.
Beatriz Schulze Arana
“Cultivó la poesía y la prosa breve”. Se dedicó a promover la literatura infantil e impulsar la obra de sus colegas. Podemos apreciar su delicadeza en la poesía “Mi escuelita”.
Gastón Suárez
“Cuentista, novelista y dramaturgo”. Realizó una gran diversidad de trabajos, lo que le permitió conocer Bolivia y a sus habitantes. Conocido y reconocido por su obra “Mallko”.
Alberto Guerra
“Poeta, investigador cultural y profesor”. Su relación de trabajo y compromiso con las minas le impulsó a escribir poemas inspirados en y para los niños mineros. Es muy emotivo su poema “Canciones para dormir a los niños mineros”.
Hugo Molina Viaña
“Profesor, poeta y escritor de literatura infantil”. Su vida estuvo ligada al quehacer de la enseñanza y educación. Creó e impulsó la sección Bolivia del IBBY internacional. Muy reconocido por su obra “Martín Arenales”.
Velia Calvimontes
“Escritora y profesora de idiomas”, es una de las autoras más prolíficas. Creó su propio camino de edición. Su personaje Babirusa forma parte de la serie de sus cuentos.
15 precursores de la LIJ” boliviana es un gran aporte para los estudiosos y especialistas de literatura, pero sobre todo para recordarnos que aún hay pendientes profundos en esta materia, porque “la literatura infantil y juvenil sirve para formar la personalidad de los niños y adolescentes, para estimular la fantasía en ciernes y el desarrollo lingüístico, emocional e intelectual”, afirma Víctor Montoya.
FUENTE: LOS TIEMPOS
https://www.lostiempos.com/doble-click/cultura/20211114/15-precursores-lij-boliviana
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