La educación superior no puede ser tratada como mercancía

La educación superior no puede ser tratada como mercancía

Entrevista colaborativa del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) al Dr. Aldo Nelson Bona, realizada en el marco de la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018).

Aldo Bona es rector de la Universidade Estadual do Centro-Oeste do Paraná (Unicentro), presidente de la Asociación Brasileña de Universidades Estaduales y Municipales (ABRUEM) y miembro del Consejo de Gobierno de IESALC-UNESCO.

¿Cuáles son los logros más sobresalientes de esta III Conferencia Regional de Educación Superior?

Entre los logros más destacados de la CRES está sin duda la renovación de la defensa de la educación superior en nuestro continente como un bien público, social, derecho universal y deber de los estados. Esta es una cuestión fundamental para la educación superior en América Latina en que los pueblos necesitan de la actuación de los estados en defensa de sus necesidades y derechos.

Esta reafirmación de la CRES es la cuestión central, la educación superior no puede ser tratada como mercancía y sobre todo, debe estar al servicio del desarrollo de las personas.

¿Cómo se piensa avanzar en la integración y articulación del sistema público de universidades en América Latina y el Caribe?

Esta pregunta se articula con la primera. Yo pienso que otro de los logros de la Conferencia fue la renovación de la integración de nuestras redes universitarias. A partir de lo planteado en la CRES, el trabajo de nuestras redes se hace más fuerte, sus integrantes se conocen cada vez más, cada vez mejor y esa articulación que se promueve a través de los contactos es fundamental para la continuidad de la integración.

Pienso que IESALC[1] es un instituto fundamental para esta articulación. De la misma forma, las redes universitarias deben articularse entre sí.

La perspectiva de la cooperación Sur-Sur, que fue muy debatida en estos días, es decisiva para que nuestras Universidades se articulen y tengamos una educación superior fortalecida en nuestro continente.

En relación al financiamiento de buena parte de la investigación por parte de grandes empresas (nacionales o transnacionales), cuyos intereses buscan influir en los resultados de la investigación (por ejemplo, respecto al impacto de agrotóxicos en la salud); Este tema no parece estar presente en la declaración de la CRES2018. ¿Se discutió sobre esto en la Conferencia? ¿Cómo se defiende la autonomía y la ética académica ante estos intentos de injerencia y condicionamiento por parte de empresas privadas?

Yo no acompañé todas las discusiones y foros de la Cres, pero pienso que la cuestión de la financiación privada para la investigación en las universidades fue algo que se discutió en el Foro sobre la investigación para el desarrollo de Nuestra América.

En este particular, la Declaración final de la CRES resalta la cuestión central de la autonomía universitaria. No sólo por cuenta de la relación con el Estado, con los gobiernos, pero sobre todo respecto a la financiación privada para investigaciones en nuestras instituciones públicas.

Pienso que no es del todo malo y no se debe rechazar la investigación privada en nuestras universidades. Hay que promover una integración cada vez mejor y cada vez mayor entre nuestras universidades y sus comunidades, sean éstas las comunidades más necesitadas o aquellas que buscan la universidad en favor de la solución de sus problemas.

Pero esta financiación privada no puede determinar los rumbos y mucho menos determinar los resultados de las investigaciones. Si es una financiación que encomienda resultados determinados, entonces no es investigación seria, no es investigación que merece crédito universitario. En este sentido, no sólo la autonomía de la universidad está en riesgo, sino también la posición ética de la institución y de los investigadores necesita ser cuestionada.

Por mi parte, pienso que debe haber integración y colaboración de nuestras universidades también con las grandes empresas, con la producción de conocimiento para la resolución de problemas que generen también riquezas, pero eso no puede ser determinante de resultados en la investigación.

¿Cómo han afectado a las universidades públicas en Brasil las actuales políticas del régimen de Michel Temer?

El gobierno de Michel Temer ha afectado directamente no sólo nuestras universidades sino todo el sistema nacional de ciencia, tecnología, producción de conocimiento. Las investigaciones están bajo riesgo constante por la falta de financiamiento, de presupuesto para tales actividades.

Es un régimen político que se estableció a partir de una toma de poder a través de una acción política sin legitimidad nacional y que se ha mostrado al servicio de intereses del Banco Mundial, de grandes grupos empresariales, con reformas en la estructura nacional. Entre los sectores afectados está la educación, con reformas – discutidas por la sociedad – en la educación media, en la educación básica y también con serias restricciones de presupuesto para nuestras universidades.

Es un momento muy difícil, muy triste en nuestro país y esperamos que el proceso electoral de este año que se realizará en octubre pueda traernos nuevas alternativas y nuevas esperanzas para que la educación superior en nuestro país, que es una referencia, busque crecer cada vez más en calidad y no esté sujeta a estos ataques que están representando una verdadera desestructuración.

En el día de ayer (14/06) autoridades, docentes, empleados y estudiantes de la única universidad pública del país, la Universidad de El Salvador (UES), que se manifestaban pacíficamente contra una ley privatizadora del agua, fueron reprimidos por fuerzas de seguridad cuando intentaron entrar a la Asamblea Legislativa. Incluso gas lacrimógeno fue lanzado a la cara del rector de la Universidad y a varios estudiantes y trabajadores universitarios. ¿Quisiera Ud. emitir un mensaje al respecto?

Me gustaría transmitir un mensaje de solidaridad a la Universidad de El Salvador. Toda represión violenta es un atentado contra la democracia. No debería existir en ninguna forma en nuestro continente y en ninguna parte del mundo. La democracia, aún si no es un régimen perfecto de gobierno, es sin duda lo mejor porque se respeta las libertades individuales, el derecho de libre manifestación. La universidad debe estar siempre en defensa de estos derechos.

No conozco el caso específico, pero si los estudiantes y los trabajadores de la universidad reivindicaban y manifestaban pacíficamente en defensa de algo en lo que creen, pienso que la represión violenta sin duda alguna debe ser rechazada, no sólo por los medios académicos, sino también por toda la sociedad.

Es lamentable que esto haya acontecido. Nuestra solidaridad desde Brasil, desde la Asociación Brasileña de Universidades Estaduales y Municipales y mi solidaridad en tanto miembro del Consejo de Gobierno de IESALC a los pueblos, trabajadores y estudiantes de la Universidad de El Salvador.

¿Se estimula en las universidades públicas la formación de pensamiento crítico?

El deber de la universidad pública es la formación, la enseñanza para el pensamiento crítico. Si esto no ocurre, la universidad pública no cumple su rol, su misión, su objetivo. Pienso que, en la mayoría, sino en todas las universidades, esto se estimula. No se puede decir que todas las instancias de la universidad estén trabajando en favor del desarrollo del pensamiento crítico, ya que las distintas carreras de la Universidad tienen también autonomía en su trabajo. Pero yo pienso que las universidades sí trabajan para el desarrollo del pensamiento crítico y que ésta es una función principal de la universidad.

¿Qué significará para las universidades públicas la mercantilización de la enseñanza y del conocimiento?

La mercantilización del conocimiento y de la enseñanza es un gran problema, que se expande cada vez más en nuestro continente, que se establece en otros países de otros continentes; pero que en nuestra región de modo particular no es nada conducente, en razón de la necesidad que tenemos de atender a las personas que no tienen las condiciones para acceder a la educación superior si no es a través de la universidad pública.

Además, lo que más preocupa en la cuestión de la mercantilización es el tema de la calidad. Cuando la educación se convierte en bien de mercado, no se está teniendo como objetivo mayor la calidad de la enseñanza sino los lucros, las ganancias financieras de los grupos que trabajan con la educación.

Pienso que el Estado debe ejercer firmemente su papel de regulación para garantizar la calidad. Como tal, regular la explotación de la educación con fines comerciales. Ésta no es deseable, sin duda, pero si no es posible contenerla en este momento en nuestro continente, se debe regular para que la calidad no deje de ser observada.

Fuente: ALER