En el país hay 212 institutos de investigación, el número de investigadores creció de 700 a 1.000 en diez años; se cuenta con laboratorios capaces de desarrollar investigación aplicada.
Innovar, el reto que el Instituto de Investigaciones Industriales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) propuso en el primer congreso del sector que reunió a empresarios y a investigadores. El encuentro se desarrolló el pasado fin de semana y contó con el apoyo de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y la Fundación Maya. El evento se propuso “promover el acercamiento entre la universidad y la empresa”, dijo el director del Instituto de Investigaciones de la UMSA, Jorge Velasco.
“Creemos que los trabajos, desde un centro de investigación como, pueden ser útiles para construir la innovación que necesita el país para dejar de ser un Estado extractivista. Para ello, creamos en las universidades una infraestructura importante, gracias a los recursos del IDH”, añadió en referencia a las oficinas que tienen en el campus de la UMSA, en la zona de Cota Cota.
En su edificio tienen laboratorios de calidad, con sus respectivos protocolos, un centro de prototipado a través de impresoras 3-D, un laboratorio de procesos y de alimentos. Con éstas y otras herramientas “las universidades públicas en estos últimos 10 años han realizado inversiones importantes gracias a los recursos del IDH. Hay 212 institutos actualmente (un crecimiento del 50%), la cantidad de investigadores ha pasado de 700 a 1.000, lo que les permite contar en la actualidad con institutos de investigación y laboratorios capaces de desarrollar investigación aplicada que sea pertinente para las necesidades del mercado y la sociedad”, manifestó Velasco.
Primer día, bajo nivel de inversión
Según el experto, Bolivia tiene un bajo el nivel de inversión en investigación y desarrollo (I+D). Solo se invierte el 0,3% del PIB, mientras en Latinoamérica el promedio supera el 1,5% del PIB y en países desarrollados supera el 5%. No se tiene datos de cuánto es la inversión de I+D a nivel empresarial en el país, pero se estima que los esfuerzos aún son bajos, excepto aquellas que tienen capitales extranjeros o las que exportan porque están obligadas a competir con estándares internacionales. “Por lo tanto, se hace necesario crear los mecanismos y estímulos para el acercamiento entre academia y empresas con el fin de potenciar la innovación empresarial a través de las capacidades de I+D de los institutos de investigación”, dijo Velasco.
A la culminación del primer día, se desarrollaron presentaciones de expertos que permitieron convertir el instituto en un “hub de innovación”. Se realizaron más de 30 conferencias simultáneas, a cargo de empresarios nacionales y expertos internacionales, feria exposición de investigaciones, video conferencias, tour laboratorios y emprendimiento .
“Esto lo realizamos porque hay una desvinculación casi total entre la universidad y la empresa, porque esta última no conoce lo que hacemos en las universidades respecto a la innovación. Entonces, el momento en que las empresas tienen un problema, o una oportunidad para innovar, prefieren recurrir al asesoramiento externo. Entonces se presenta un divorcio con la academia que debemos solucionar”, dijo Velasco.
En el encuentro de inversionistas y emprendedores, denominado “Innova Ángel”, cuatro proyectos se presentaron para conseguir financiamiento y estaban dedicados a conseguir abonos orgánicos, construcción de condominios de vivienda social y la de una plataforma de manejo de inventarios, además de la producción de reciclados de caucho.
El segundo día
Después de la primera jornada de exposiciones, en la segunda se instaló un campamento que contó con herramientas ágiles y juegos lúdicos que llevaron sus ideas a una validación. “Esto lo hacemos porque muchos vienen con una idea y vinieron a validarla en esta sesión. Lo que hicimos fue crear nuevos productos, modelos, servicios, llegar a un prototipo en el cual se cumpla esta fase de ejecución en una primera etapa. El primer día fue inspiración y el segundo transpiración. El emprender es 1% inspiración y el 99% transpiración”, añadió Velasco. Las ideas y proyectos que surgieron en el congreso deberían pasar al concurso Innova Bolivia, cuyos premios van desde los 5.000 a 10.000 dólares. Luego viene la fase de aceleración de ese modelo de negocio hasta que se convierta en una empresa, como sucedió con Mamut, dedicada a construir pisos amortiguantes de llantas viejas. “Son jóvenes que vinieron con nosotros a recibir charlas y ahora darán cátedra de sus experiencias”, concluyó.
Punto de vista
Luis Sergio Valle, Presidente de Fundetic
La articulación es importante
La irrupción tecnológica, la innovación, las TICs y la transformación digital son elementos que inciden en la modalidad de hacer negocios.
La transformación digital tiene tres pilares: analizar el entorno, el cambio climático y el uso de la tecnología; el segundo es el consumidor, cuyas preferencias cambian porque es más joven, más digital, y el tercero es la competitividad. Si no innovamos, si no lo transformamos, nuestros negocios pueden morir.
No es un tema de tecnología por tecnología, es entender que los modelos de negocios están cambiando y hay que cambiar el chip del negocio. La tecnología está como un habilitador de desarrollo, eso siempre se lo dijo, pero el tema es el cambio del modelo de negocio.
Cambiar de ese modelo tradicional a uno nuevo que dé más servicios, más productos, genere empleo y empresa. Lo que debemos hacer es crear nuevas formas de articulación. Proponemos crear un Ministerio de TIC y Comunicaciones; un ente que regule y racionalice el uso de la tecnología, que aglutine a todas las entidades de Gobierno porque andan separados.
Puntos de Vista
Manuel Laredo Garnica, gerente de Mamut
Se espera facturar $us 1,5 millones
Hace cinco años formamos Mamut y nació con la idea de crear un impacto social y medioambietal en Bolivia. Vimos que había un problema, 30 millones de llantas botadas en el país, es decir, habían más llantas que personas y decidimos buscar una solución tecnológica de este problema.
En 2013 ganamos el Innova Bolivia y recibimos un capital semilla de la Fundación Maya de 5.000 dólares. A través de la gestión de la fundación logramos un crédito del Banco Bisa por 50.000 dólares y pasamos a de ser una idea a una empresa mediana con participación en toda Bolivia con exportaciones a Panamá y Paraguay. El año pasado facturamos 800 mil dólares y este años esperamos llegar a los 1,5 millones de dólares.
Nosotros no recibimos llantas y eso es lo innovador de Mamut. Hacemos pisos de reciclado de llantas pero no recibimos llantas. Ya había una economía circular en Bolivia, en la que habían los gomeros y recicladores que reutilizaban las llantas y a ellos les compramos la viruta de caucho; la picamos a la granumetría que necesitamos y la transformamos en pisos amortiguantes de goma que mejoran la calidad de vida de la gente.
Con este producto logramos que una llanta que dura seis meses pase a ser un piso que dura 10 años y ese modelo ecológico es el que nos permitió ganar en 2017 los premios Latinoamérica Verde, por tener el mayor impacto favorable en la región.
Nosotros tenemos dos mercados potenciales grandes. Uno son los gimnasios, porque los deportistas necesitan un ambiente seguro donde desarrollarse y generamos un proyecto de seguridad ciudadana llamado Mi Eco Parque Seguro.
Douglas Ascarrunz, gerente Constructora Tauro
Canalizaciones, túneles y puentes
El objetivo fue mostrar aspectos de innovación en la industria de la construcción. La presencia de dificultades y desafíos hace que la innovación sea una constante en materiales, equipos y capacitación de la manos de obra.
Mostramos proyectos como la construcción del Distribuidor de la Tejada Sorzano, que es múltiple y requiere que varias tareas deban realizarse de forma simultánea y se enfrenten varias dificultades. Por ejemplo, por debajo de toda la estructura pasan dos ríos, sus afluentes; y estamos haciendo una canalización a profundidad y encima de ellos habrá parqueos, túneles, viaductos y puentes.
Para este proyecto hicimos varias innovaciones. Por ejemplo, creamos una matriz para desarmar el templete semisubterráneo porque debe ser armado de la misma manera. Se codificó y clasificó cada una de las piedras porque, además, debajo del templete habrá un parqueo de tres niveles.
También pusimos plantas hormigoneras propias para construir a mayor velocidad y la más grande puede producir 40 metros cúbicos de hormigón por hora. Es una planta de altísimo rendimiento. Usamos mini-excavadoras porque no podemos hacer nada a pico y pala ni en espacios reducidos.
Además, estamos haciendo encofrados especiales para que cuando se los retiren quedarán muros perfectamente alineados. Son encofrados alemanes de última tecnología. También desmontamos la pasarela y es toda una innovación. Dos grúas retiraron el Monolito. Fue a la avenida del Poeta, debajo de los puentes. Serán limpiadas y reacondicionadas.
Fuente: Página Siete