Estudiantes de los municipios de Saipina y Comarapa, del departamento de Santa Cruz, se capacitan para graduarse como bachilleres y técnicos medios en la transformación de alimentos.
No hay una nube en el cielo de Saipina y los enormes cactus enfrentan el sol de mediodía. En la unidad educativa Rafael José Mendoza B de este municipio cruceño jóvenes preparan diferentes platos, hornean pan y elaboran masitas. Su aprendizaje es parte del Bachillerato Técnico Humanístico (BTH) en transformación de alimentos.
Dentro de la amplia cocina, los estudiantes cuentan con todo el equipamiento de una cocina lista para preparar varios platos a la vez. Para ellos, adquirir conocimientos en gastronomía significa una oportunidad de empleo o emprendimiento si así lo deciden una vez que se gradúen.
Los municipios de Saipina y Comarapa están ubicados en el extremo oeste del departamento de Santa Cruz y son parte de la provincia Manuel María Caballero. En ambos se ha implementado de forma exitosa el BTH.
“Hemos aprendido mucho y seguimos aprendiendo, hacemos pan y masitas. Una de las cosas que aprendimos a hacer es el bistec saipineño que lleva huevo frito, papas fritas, ensalada de cebolla y tomate. Creo que todo lo nuevo que aprendemos tratamos de hacerlo también en nuestras casas”, detalló la estudiante de Saipina, Yeily Toro.
Inicialmente , 240 estudiantes de secundaria de dos unidades educativas contaron con el equipamiento de los espacios para la elaboración y transformación de alimentos con el objetivo de que desarrollen habilidades en esta área. Hoy son muchos más.
Este es uno de los componentes de los proyectos educativos implementados por el programa Área de Desarrollo Territorial de Manuel María Caballero que la Fundación Ayuda en Acción, una organización internacional española, junto a su socio local, Pastoral Social Cáritas (Pasoc), que se llevó a cabo durante más de una década.
En pleno proceso de elaboración de los buñuelos.
Para Daniela Andia Rojas y Nayely Claure Lozada de la unidad educativa Torrecillas, de Comarapa, graduarse del colegio siendo técnico medio les puede ayudar a ganar dinero y tiempo mientras deciden sobre su futuro académico.
“No todo lo que aprendemos es sencillo, pero aunque no nos dediquemos a la gastronomía con esto podemos valernos por nosotras mismas sin importar lo que decidamos estudiar”, comentó Andia.
Otro aspecto interesante es que los maestros y capacitadores que enseñan a preparar y transformar los alimentos son oriundos de las mismas comunidades.
“Yo soy técnico medio en gastronomía y repostería. He vuelto a mi comunidad para enseñar a los jóvenes en el mismo colegio del que me gradué. Es una satisfacción que aprendan a transformar los alimentos y conozcan nociones sobre gastronomía”, describió el capacitador de la unidad educativa Torrecillas, Elmer Méndez Mérida.
La profesora de secundaria Rebeca Gonzáles de la unidad educativa Rafael José Mendoza B manifestó que el programa, que se prolongó por más de una década, ha hecho posible que tengan todos el equipamiento industrial, lo que les permite capacitar a cientos de jóvenes al mismo tiempo.
“Los chicos se han dado cuenta de que es una oportunidad que se les está dando. Lo interesante es que sugieren formas de elaboración de sus abuelas y madres, entonces incorporamos también formas de elaboración tradicional, al mismo tiempo que les enseñamos nuevas recetas y técnicas”, sostuvo Gonzales.
Los vínculo solidarios
Representantes de ambas instituciones llegaron a los dos municipios para el cierre de este programa el pasado fin de semana y asistieron a ferias estudiantiles en Saipina y Comarapa.
En ellas se expuso como funcionan los vínculos solidarios. Esta iniciativa se ha convertido en un método para que los niños aprendan que dar lo que tienen hace posible también que reciban lo que necesitan cuando lo requieran, como material escolar, por ejemplo.
“Este espacio se constituye en un apoyo para promover su desarrollo a nivel educativo. Funciona muy bien y los pequeños aprenden haciendo y practican valores como la solidaridad. El programa nos ha provisto del material durante este tiempo”, explicó la profesora de primaria de la unidad educativa La Palizada (Comarapa) Lidia Milujillo.
Según datos del programa, alrededor de 2.300 integrantes de la Asamblea de Niños fueron capacitados en temas de vínculos solidarios, liderazgo, autoestima, valores, procesos democráticos, derechos y responsabilidades, prevención de la violencia sexual, acoso escolar (bullying) trata y tráfico de personas, entre otros temas, en el que participaron cinco municipios cruceños de esta provincia.
Reciclar y mejorar el rendimiento
Durante sus ferias educativas, los alumnos demostraron su capacidad para construir diversos prototipos a través del la reutilización y reciclaje de materiales. Una vez ensamblados les incorporaron un sistema hidráulico.
Del mismo modo, se mostraron los resultados de la producción en los huertos escolares, el aprendizaje del guaraní, la lectura comprensiva, entre otros. El programa además se encargó de implementación de salas de computación y construcción de infraestructura.
Respecto al rendimiento escolar de los alumnos, éste se logró mejorar a través de la organización de capacitaciones y talleres para los maestros de diferentes materias en los que participaron al menos 15 unidades educativas.
Según datos de la organización española, a partir de la capacitación los maestros en innovaciones metodológicas el rendimiento de los alumnos ha mejorado en un promedio del 85%.
“Nuestro principal enfoque es cambiar la actitud de las personas. (…) Nos sumamos a la política de los gobiernos municipales para generar cambios que sean visibles en el tiempo como, por ejemplo, en la infraestructura de las unidades educativas y hemos capacitado a los maestros para mejorar el rendimiento de los alumnos”, apuntó el responsable de Impacto de la Fundación Ayuda en Acción en Bolivia, Wilfor Zalles.
Con el programa y su abordaje desde el ámbito de la educación también se ha tenido un impacto directo en la disminución de la deserción escolar. Entre los resultados se destaca que se ha logrado el acceso y permanencia de 1.252 estudiantes del nivel primario y secundario en los municipios de Saipina y Comarapa.
Denny Serna es concejal estudiantil de la niñez y adolescencia de Comarapa, para ella representar a sus compañeros y tener las herramientas para transmitir sus derechos ha sido una gran oportunidad.
“Creo que uno de los principales aportes del programa es el BTH porque con eso ya podemos defendernos en la vida cuando salgamos del colegio y podemos trabajar”, concluyó la joven.
Fuente: Página Siete