Florinda no se dio por vencida y logró graduarse de Derecho a sus 68 años

Florinda no se dio por vencida y logró graduarse de Derecho a sus 68 años

Florinda Torrico se graduó de la carrera de Derecho a sus 68 años y pudo lograr su objetivo de obtener un título universitario. Una vida obstáculos no impidió que consiga sus sueños y seguir persiguiendo nuevas metas. Florinda es un ejemplo de superación y lucha, teniendo constanemente en su mente el lema «nunca es tarde».

Florinda Torrico hace dos semanas cumplió su gran objetivo, graduarse de Derecho y probarse a sí misma que podía alcanzar una carrera profesional. “Flory”, como le dicen sus amigos, a sus 68 años vistió con orgullo la toga y el birrete para recibirse como abogada de la Universidad Privada Domingo Savio de la ciudad de Santa Cruz.

“Nunca es tarde para poder hacer algo en esta vida”, expresa la nueva profesional al recordar todas las dificultades que tuvo que atravesar para lograr vivir el momento de recibir los aplausos en su acto de graduación.
A sus 16 años emigró a Argentina para trabajar durante un tiempo en la ciudad de Córdoba. Volvió a Cochabamba a sus 19 años y cursó carreras técnicas, pero con la inquietud de terminar su formación escolar. “Cuando le gente hablaba de química, física y matemática yo me sentía ignorante”, recuerda con amargura.

Apoyada por un amigo que la llevaba en bicicleta a sus clases, Florinda decidió retomar sus estudios en un Centro de Educación de Adultos. Problemas familiares volvieron a truncar sus objetivos y tuvo que salir de su hogar.
Con 24 años, se casó por primera vez y su esposo le convenció para mudarse al departamento de Santa Cruz. Luego de tres años de casada y con un hijo pequeño en brazos, Florencia tuvo que dejar a su esposo por su carácter posesivo y celoso.

“No me dejaba trabajar, no me dejaba que vaya al colegio a que termine mi bachillerato”, relata.

Ante la situación, Flory se dedicó a importar productos comestibles y luego se concentró en la venta de cosméticos. “Viajaba a la frontera con la Argentina y traía cosas para vender. Iba constantemente y así me levanté de a poco”.

Con 38 años decidió volver a intentarlo y logró culminar su bachillerato. “Yo tenía en la mente, algún día, no importa que sea a los 80, yo iba a salir profesional”.

Un tiempo después también decidió volverse a casar y tratar de emprender uno de sus grandes sueños, tener un título universitario. Sin embargo, tuvo la oposición de su nueva pareja. Florencia volvió a separase. “Me decepcioné”.
Pero Flory fue persistente. A sus 63 años, armada de valor y se dispuso a ingresar a la Universidad Privada Domingo Savio y estudiar Derecho. “Ahora sí voy a estudiar. Es ahora o nunca”, era su determinación.

No obstante, tuvo que soportar las burlas por su decisión. “Me sentía mal”, dice Florinda al recordar los comentarios de algunos de sus jóvenes compañeros. “Siempre tenía la costumbre de sentarme adelante. Cuando terminaba la clase y ellos se levantaban del pupitre yo ya me encontraba en la puerta”, añade.

El apoyo de sus dos hijos y los docentes fue el impulso que necesitaba y tras cinco años de estudio llegó a la etapa final de su formación universitaria.
Florencia optó por realizar un examen de grado. “Todo mundo comenzó a ayudarme. Venían a mi casa a hacerme preguntas para estar preparada para el examen”. Flory obtuvo una calificación de 90 sobre 100. “Todos quedaron asombrados y admirados”.

El pasado 15 de noviembre fue el acto de colación de la Universidad Privada Domingo Savio y el nombre de Florinda estuvo en la lista de los 270 nuevos profesionales. “Estuve adelante con los mejores alumnos”, recuerda emocionada.

Tras este sueño conseguido, Flory no piensa quedarse ahí. “Quiero seguir estudiando, quiero seguir practicando”, comenta al indicar que está interesada en cursar cursos de postgrado.

Sin embargo, su siguiente gran objetivo es abrir una oficina y brindar asesoría legal gratuita a personas que no tengan recursos. “Quiero ayudar a las mujeres que están esperando familia y que fueron abandonadas por su pareja. A personas humildes y sencillas que se hacen estafar”.

Al haber obtenido su título y recordar el camino que tuvo que atravesar, Flory indica que siempre estuvo convencida de lograr sus objetivos, pese a las grandes dificultades que se atravesaron en su vida porque simplemente, nunca se dio por vencida.

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Fuente: Los Tiempos