Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay,
Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad
3 de diciembre de 2018
Cada año, al celebrar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, nos unimos para luchar contra la discriminación que sufren más de mil millones de personas de todo el mundo que viven con algún tipo de discapacidad. Este día es una oportunidad para renovar nuestro compromiso en pro de su inclusión y su empoderamiento mediante la educación, las ciencias, la cultura y la comunicación y la información.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible promete “no dejar a nadie atrás” porque el desarrollo no será sostenible si no se basa en los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos. A fin de crear sociedades más resilientes, debemos articular nuestros esfuerzos en torno a los derechos de las personas con discapacidad para que todas las mujeres y todos los hombres aprovechen al máximo las oportunidades de realización personal.
El número creciente de Estados Miembros que han ratificado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada por las Naciones Unidas en 2006 —177 en total— indica un cambio de paradigma en la manera de abordar la cuestión de la discapacidad. Sin embargo, las personas con discapacidad continúan siendo objeto de discriminación, violencia, estigmatización y exclusión.
Se necesitan con urgencia soluciones innovadoras en todos los ámbitos de la sociedad para responder a la extrema vulnerabilidad de las personas con
discapacidad. Debemos integrar a estas personas en todos los procesos de
adopción de decisiones y en todas las políticas. Esto supone fomentar su
participación en la vida política, social y cultural para construir un mundo pluralista, abierto, participativo y basado en el conocimiento. De esta manera nuestras sociedades serán verdaderamente inclusivas.
La educación es un primer paso fundamental. Los niños y adolescentes con
discapacidad tienen más probabilidades de no estar escolarizados o de abandonar la escuela antes de finalizar la educación primaria. La UNESCO dirige el apoyo a sus Estados Miembros para asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y formación profesional, en particular mediante nuestra asociación con la base mundial de recursos de la Agencia Europea para las Necesidades Educativas Especiales y la Inclusión Educativa.
Además, debemos hacer todo lo posible para impulsar el Plan de Acción de Kazán, aprobado el año pasado, mediante el cual la UNESCO se ha comprometido a promover el acceso inclusivo de todos a la educación física, la actividad física y el deporte en todo el mundo.
Otro vector para la inclusión es la mejora del acceso a la información, los
conocimientos y los servicios, gracias a soluciones digitales innovadoras y recursos tecnológicos que brindan a las personas un mayor control sobre su vida. Ahí radica la importancia del Premio UNESCO-Emir Jaber al-Ahmad al-Jaber al-Sabah para el Empoderamiento Digital de las Personas con Discapacidad, que este año recompensará las contribuciones excepcionales realizadas por personas y organizaciones para eliminar, a través de estas tecnologías, los obstáculos que afrontan las personas con discapacidad.
Este año en que celebramos el 70º aniversario de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, la inclusión, la participación y el empoderamiento de todas las personas, incluidas aquellas con discapacidad, cobran más importancia que nunca. Se trata de igualdad de derechos y de dignidad, se trata de construir un futuro mejor para todos.
Fuente: UNESCO
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